martes, 10 de septiembre de 2013

40 años despues y seguis VIVO ALLENDE



Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha auto designado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.

Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.

Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.

El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.


 


martes, 3 de septiembre de 2013

De los de Siempre...!



En esta ocasión, escribo para homenajear, a un personaje de nuestra patria, él es Yuri Giovanni Melini Salguero. En el marco de su 5 “aniversario de vida”, como él lo ha dicho varias veces.

Transcurría el mes de marzo del año 2012, recuerdo que en esa ocasión hablaba con un amigo de la iglesia, acerca de la MINERIA QUIMICA DE METALES, de los daños sociales y ambientales que esta provoca. Pero de alguna manera, no de casualidad, del tema surgió un personaje que había sido “balaceado” por defender la naturaleza, como recuerdo que menciono este amigo. Tal personaje es Yuri Melini, quien más adelante dejaría de ser un desconocido para mí, para volverse un ejemplo de valentía y de lucha constante por la vida.

Resulta que ese año, yo cursaba el último grado de bachillerato en computación, en un colegio cristiano y uno de los requisitos para graduarme, era realizar la famosa “práctica supervisada” (pasantía) por tal motivo, debía buscar alguna empresa, fundación, ONG, oficina, o algún otro lugar para realizarlas. Recuerdo el mes de mayo de 2012, de una manera impactante en mi vida y como cambio la visión de lo que yo creía que era hacer política; recuerdo ese mes, porque fue donde perdí el miedo, el mes donde el actual presidente de las élites, toco una de las cuerdas de la sensibilidad dentro de mí, no podía quedarme callado ante la RE-militarización del país, ante la represión para defender el “status quo” de los de siempre; por tal motivo un domingo con megáfono en mano y muchos carteles tome la bandera. Menciono esto, porque fue una alienante para buscar un lugar donde, no solo fuera a ser un oficinista más, sino que fuera a ver como se gesta la lucha de los pueblos. Por tal motivo contacte al Dr. Melini, vía Facebook. Y él accedió a que fuera a realizar las “practicas” a CALAS.

Llego el 3 de septiembre de 2012, día del inicio de las “practicas”. Recuerdo muy bien ese día. Llegue temprano, estaba con el respectivo traje formal, que exigen las “practicas” ese día conocí por primera vez en persona, a aquel héroe, recuerdo que me mostró todas las instalaciones de CALAS, note algo que no es muy particular, en los personajes que manejan una vida mediática, vi la sencillez y la humildad  con la que se dirigía a mí, con la que se dirige con la gente en las comunidades; pero note algo que me llamo la atención, y eso en realidad fue un sello que marco mi vida. Él no caminaba, igual que yo, caminaba con como tambaleándose, pero con firmeza.

Más adelante él me contó como el 4 de septiembre de 2008, un sicario quiso acabar con su vida: “Todo lo que pasó ese día, cada cosa que sucedió, la podría revivir y escribir como si fuera una sola escena: el hombre parado del otro lado de la calle. Salí de la casa y caminé hacia el carro con la llave en la mano. El hombre que me dice: “chit” y yo me acerco porque pienso que está perdido y necesita ayuda. Pero el tipo no me dice nada. Baja el periódico, muestra una escuadra y empieza a disparar. Intenté correr y meterme en la casa y mientras lo hacía sentí cómo entraban las balas en mi cuerpo. Una en la espalda, otra en el hombro, en la cadera, en el muslo derecho. Vi cómo se rompió mi pantalón y salió un proyectil. Sentí cómo el último tiro me deshizo la pierna izquierda y caí al suelo antes de subir a la banqueta. Me quedé tirado en la calle, sangrando, pero con la lucidez para pensar: “¿cómo vino a terminar mi vida así?”… El sicario, un hombre moreno que vestía pantalón de lona, playera y gorra, corrió hacia él, con la escuadra en la mano, como dispuesto a dar el tiro de gracia.



“Me puse en posición fetal, de medio lado y cerré los ojos. No pensé en mi familia ni en el trabajo. Sólo sentí mucha tristeza porque mi vida acabaría ahí, de esa forma. Siempre pensé que moriría en un avión. Creía que mi muerte llegaría de un solo golpe. Sin embargo, ese día me sentí preparado y dije: ‘Señor, si este es mi momento, estoy listo. Que sea tu voluntad”

Y recuerdo, como él me mostró una foto, donde está abrazando a su madre, mujer de 80 años llegó a verlo cuando todavía tenía tubos y sondas.
“Usted no es un ladrón ni mañoso. No tiene nada de qué avergonzarse. Así que levántese y hágale huevos”

Previo al 4 de septiembre, CALAS recién había ganado un recurso legal que peleaba con el sector minero y había denunciado las operaciones de las areneras en Villa Nueva que funcionan en terrenos estatales administrados por el Estado Mayor de la Defensa Nacional. El impacto de la extracción de arena se traduce en ruido y polvo para 50 mil personas que viven alrededor.

Eso, más la socavación del acueducto Xayá Pixcayá, el abastecedor del 40 por ciento de agua potable de la ciudad capital. Un sismo fuerte provocaría que el acueducto colapse, pero ni el Ministerio de Energía y Minas ni el de Ambiente han intervenido para detener el trabajo de las areneras.

Ya 5 años han pasado desde ese día, en el que él asegura, “volvió a nacer” esto cuando celebrábamos su cumpleaños en San Rafael las Flores, Santa Rosa. 5 años, de lucha constante por la vida, la paz y el territorio; últimamente él, ha sido víctima de difamaciones por parte de la Fundación Contra el Terrorismo, sectores empresariales (minería) y campañas negras por parte de las redes sociales.

Yo soy testigo de que el trabajo que se realiza en CALAS y en especial Yuri Melini, es de interés nacional, es por defender lo que nos pertenece, es por dignificar a las comunidades, es por impedir el saqueo donde solo los empresarios se benefician (99% de ganancias para ellos, 1% para el Gobierno) para defender el ambiente, para darle voz a las comunidades; por eso, este 4 de septiembre, puedo exclamar como dijera, aquél poeta guatemalteco de corazón rebelde, Otto René Castillo:

“Usted, compañero, es de los de siempre De los que nunca se rajaron, ¡carajo!”